Constanza Maldonado y Macarena Bezanilla siempre sintieron una pasión especial por la fotografía. Cuando eran chicas, las dos jugaban con las cámaras de fotos de sus papás. Ligadas al mundo del arte, seguir su camino entre lentes y obturadores no fue algo muy pensado, lo sintieron más bien innato. Hoy han cumplido un sueño, hace un año que tienen su propio estudio: Impress. Su idea es que cada momento que capturan sea retratado con un sello diferente; buscan que las fotos que toman “dejen una impresión honesta, de corazón”, dicen.
El trabajo de estas fotógrafas se caracteriza por la buena onda que se genera entre ellas, sus cámaras y las personas que retratan; dicen que al tratar de hacer que el proceso de fotografía sea lo más natural posible, logran que las personas se relajen y así obtienen resultados únicos, fotos “con alma”. En Impress hacen retratos en interiores y exteriores, individuales o con más personas. Son los trabajos al aire libre los que más les gustan. “Lo más interesante es sacarle a gente que nunca antes vimos porque es una relación a primera vista, lograr esa confianza y entrega es lo que después impresiona en la foto, es ahí donde nace una fotografía de Impress”, explica Constanza.
En Instagram, @impress_photo