Planeta Labanda Revista ED

Planeta Labanda

Ningún habitante de esta civilización dejaría de reconocer sus dibujos. Quizás muchos desconocían su nombre, pero la imagen de estos mundos sofisticados, de mujeres y hombres bellos, tomando champaña, visitando una exposición, cargando bolsas de tiendas de lujo o metidos en una piscina en el Mediterráneo se le harán más que familiares. Jordi Labanda, el ilustrador y diseñador más conocido de todo el orbe, conversó con ED semanas antes de su visita por Chile.

Su década fueron los 90. Su mundo es lo cool, lo hedonista, los bon vivants y todo lo que huela a sofisticación. Sus ilustraciones han pasado desde Zara al New York Times. Nació en Uruguay pero vivió toda su vida en Barcelona. Antes de radicarse en Nueva York, compartió edificio con Ferran Adrià. Ambos eran los reyes de la movida catalana de esos años. El trabajo de Labanda se ha masificado a nivel tal que ha tenido que sortear la aparición de copias a destajo. Su trazo y sus colores, a simple vista inofensivos e incluso naïfs, guardan agudas observaciones de la sociedad de consumo, el arribismo, una crítica a los snobs, como así también un encanto y admiración por el lujo y la belleza.

De seguro es el ilustrador más importante que ha salido de las fronteras españolas. Probablemente sea uno de los artistas gráficos más influyentes a nivel mundial. Hoy tiene 43 años, su trabajo se ha ampliado, desde el diseño de libretas, pasando por las editoriales de medios como Vogue norteamericana, Interview, Wallpaper, Elle, Marie Claire, La Vanguardia y El País, por nombrar sólo algunos. Hay libros publicados y hasta tiendas de ropa, diseños de alfombras y papel mural. El universo Labanda lo ha poblado todo, es cosa de recordar vitrinas y catálogos de marcas y grandes tiendas en las últimas dos décadas. Es por eso que su visita a Chile generó gran interés, e incluso para algunos conocedores hasta pudo sentirse a destiempo, cuando el boom que generó en el diseño gráfico ha decantado. Sin embargo, esa misma distancia provoca que miremos su trabajo con más admiración teniendo en cuenta los efectos que generó en la cultura pop a nivel mundial.

Semanas antes de llegar al país, registramos sus respuestas en esta entrevista para Revista ED.

¿Siempre estás dibujando?
Casi siempre estoy dibujando, pero no de manera libre ni privada. Siempre dibujo cosas relacionadas con el proyecto que tengo entre manos en ese momento.

¿Cuál es el estado y el lugar ideal para dibujar?
En mi estudio, tanto por la mañana como por la noche. Siempre he tenido el estudio en casa, para mí es muy relajante ponerme a trabajar después de haber desayunado sin tener que salir a la calle o poder estirar el trabajo en las horas nocturnas, sin prisas ni llamadas ni mails que contestar.

La ilustración editorial ha tomado un fuerte repunte en los últimos años, tanto en libros como en revistas. ¿Qué opinas de este fenómeno?
Es una corriente gráfica que creo que he ayudado a implantar. Por supuesto, estoy encantado con esta nueva tendencia, que más que una tendencia se ha transformado en una manera absolutamente válida de comunicar ideas. La ilustración está aquí para quedarse.

Jean-Philippe Delhomme es como el Jordi Labanda anglosajón. ¿Ves puntos de confluencia entre tú y él?
Sí, me encanta su trabajo, siempre me ha gustado. Me gusta su estilo, su trazo y su sentido del humor e ironía. Es un ilustrador que sigue siendo moderno. Cuando yo empezaba a dar mis primeros pasos en esta profesión él era un referente para mí y aún lo sigue siendo, incluso estuvimos representados por la misma agencia durante una época.

¿Cuán importante es el lugar de residencia que eliges para alcanzar la inspiración?
Actualmente vivo en Nueva York, en la zona del SoHo. Es un barrio muy inspirador, tan sólo tengo que salir a la calle o mirar por la ventana y la inspiración aparece por arte de magia. Es importante vivir en sitios que de inspirador, tan sólo tengo que salir a la calle o mirar por la ventana y la inspiración aparece por arte de magia. Es importante vivir en sitios que de alguna manera te enriquezcan y te inspiren, que te aporten la energía para poder explicar historias.

¿Cuánto de inspiración y de trabajo debe haber en este oficio para alcanzar el éxito?
Más o menos un 60% de inspiración y un 200% de trabajo.

Tu trabajo ha generado que muchos repliquen tus formas, tus colores, tus mundos de referencia. ¿Te satura ver réplicas, muchas veces no de la mejor calidad, llenando editoriales y publicidad alrededor del mundo?
Es algo a lo que ya me he acostumbrado. A veces me da un poco de rabia que la gente sólo copie la superficie y no se preocupe en copiar el alma, la esencia de mi trabajo.

¿Cuál, entonces, sería la esencia de tu trabajo, el leit motiv según Jordi Labanda y no lo que dice el resto de ti?
Me gusta pensar que mi trabajo es un ejercicio sobre la sociedad de consumo y sus satélites. A veces es una parodia y a veces es una alabanza, pero creo que siempre hay reflexión e ironía, dos conceptos que creo que son el motor de mi obra.

Con todos estos años, ¿qué hay de nuevo en el universo Labanda?
Se me hace difícil responder a esta pregunta porque al estar tan dentro de mí mismo no sé muy bien cómo se han efectuado esos cambios. Imagino que si ha habido cambios han sido generados de una manera muy orgánica, muy natural. Creo que mis personajes son menos rígidos que hace años, también creo que ahora sé dibujar mucho mejor que antes.

Un artista vierte su trabajo en muchos referentes, de distintas disciplinas… ¿Cuáles son los de Jordi Labanda (los de ahora y los de siempre)?
Me gusta mucho fijarme en la obra de mis fotógrafos favoritos, en la buena arquitectura, en el cine, en la moda…todas aquellas cosas que me nutren y que me inspiran. Mis fotógrafos favoritos y de cuya obra bebo más que de la de nadie son Irving Penn, Richard Avedon y Helmut Newton, aunque también están Cecil Beaton, Blumenfeld, Steven Meisel, Tim Walker o Bruce Weber. La obra de artistas como Andy Warhol, Alex Katz, David Hockney, Picasso, Man Ray y Elizabeth Peyton. Las películas de Douglas Sirk, de Vincente Minnelli, de Fellini, de Bob Fosse, de Wes Anderson o de Pedro Almodóvar. La arquitectura de Mies van der Rohe, de Richard Neutra, de Oscar Niemeyer o de Philip Johnson. La obra de Yves Saint Laurent, de Balenciaga, de Halston o de Schiaparelli.

En muchos lugares debes ser calificado como un obrero de la publicidad, en otros como un buen y exitoso dibujante, y muchos deben tildarte como un artista. ¿Cómo te mueves con las etiquetas que te cuelgan?
Me hace mucha gracia lo de «obrero de la publicidad”… la verdad es que me gusta considerarme como un ilustrador comercial que hace su trabajo más o menos bien.

¿Qué sientes que te falta por hacer? ¿Hay mundos que te falta explorar o ya encontraste tu sello?
Ultimamente he trabajado en dirección de arte en cine, con personas reales. Es una experiencia que me ha encantado y no me importaría repetir. También hace poco que he empezado a hacer fotos de manera continuada y casi profesional, es una técnica que siempre me había apasionado y en la que nunca me había atrevido a entrar hasta ahora.

  • El secreto encanto de la burguesía. Eso es lo que retrata Jordi Labanda en sus ilustraciones. Acá, una pieza publicitaria para Campari.

  • "Ser hedonista no significa tener mucho dinero, sino saber escaparte de la rueda salvaje en la que estamos y disfrutar", declaró Jordi Labanda en una entrevista para El País de España.

  • Desde publicidad para marcas de autos hasta editoriales para diarios: la enorme variedad de disciplinas que tienen la firma de Labanda.

  • Desde publicidad para marcas de autos hasta editoriales para diarios: la enorme variedad de disciplinas que tienen la firma de Labanda.

  • Anna Dello Russo, Carine Roitfeld, Franca Sozzani y Anna Wintour son retratadas por Labanda a propósito de la primera versión de los Fashion Nights Out en Nueva York.

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