Ricardo Torrejón

A lo largo de su carrera, y sobre todo desde que trabaja de manera independiente, Ricardo Torrejón ha mantenido un interés particular en las viviendas unifamiliares. Por su escala, siente que le permiten abarcar el proyecto completo con un grado de control y compromiso que muchas veces se diluye en aquellos de mayor envergadura. Es por eso que se ha enfocado en este tipo de trabajos, pese a que paralelamente se ha asociado con otras oficinas para desarrollar otros proyectos: con Alejandro Aravena y la oficina Elemental, para las Torres Siamesas en San Joaquín, el Residence Hall de St. Edwards University, en Austin, Texas, y otros en Alemania, China y Brasil; además, ha participado en proyectos de vivienda social y en el Parque Bicentenario de la Infancia (que consiste en la primera etapa del Zócalo Metropolitano, un camino de 14 kilómetros de largo alrededor del cerro San Cristóbal, idea que fue planteada dentro del contexto de su Proyecto de Titulo el año 2000).

Cada encargo lo aborda en conjunto: no existe un a priori, sino que lo ve en conjunto con el cliente, el constructor y los maestros. Así, el resultado debiera ser una sorpresa para todos los que participaron en el proceso. “Si uno responde siempre de la misma manera, o haciendo la forma que a uno ‘le sale’ más o menos bien, lo que logras a lo sumo es perfeccionamiento. Para mí el perfeccionamiento sin aprendizaje no es relevante”, agrega.

Una preocupación constante en su trabajo es la honestidad en el uso del material. Este queda expuesto y evidencia cómo ha sido construido el proyecto. De esta manera, los proyectos ganan y no sólo se deterioran con el tiempo. En sus trabajos existe una insistencia en realizar partidas completas totalmente en obra (como ventanas, puertas, revestimientos, muebles, etc.) en lugar de contratarlas externamente. “Me interesa enfrentar los proyectos desde una dimensión artesanal porque me consta que el abordar distintas escalas es una escuela que atraviesa transversalmente hasta los mismos maestros”, señala Ricardo.

En la Casa HWGT (2005), ubicada en un sitio de 500 metros cuadrados en Lo Cañas, el primer piso queda organizado por una serie de muros de hormigón perpendiculares que se proyectan hacia el jardín y definen cuatro patios contenidos por el perímetro del sitio. De este modo, cada recinto se proyecta más allá de su cerramiento y se vincula directamente con un patio. El segundo piso es un volumen de metalcon y fibrocemento que se apoya sobre los muros inferiores y hace las veces de alero sobre los recintos del primer piso.

La Casa MVV (2006), que está en una parcela de 5.000 metros cuadrados en Chicureo, fue desarrollada con Francisco Chateau. En ella, se buscó expandir el programa insertándole aire a la planta a través de patios y terrazas, de modo que los interiores se expanden sobre un exterior contenido y acotado. La estructura es un esqueleto de machones, vigas y losas de hormigón a la vista, donde el relleno es ladrillo o vidrio.

La Casa PM (2007), en Peñalolén, corresponde a una segunda línea de proyectos en los cuales existe una búsqueda por generar formas y situaciones singulares menos evidentes que se alejan de lo ortogonal. En este caso, el proyecto está configurado por una serie de muros de albañilería dispuestos diagonalmente, en donde las aperturas y ventanas son sólo aquellos vacíos entre muros.
La Casa CMG (2012), ubicada en Limache, es un proyecto que se planteó desde el uso y el programa. Sus dueños deseaban poder usar la casa de manera individual o colectiva, y por tanto se planteó la construcción de tres volúmenes distintos, dispuestos sobre un zócalo de hormigón. Se compraron 40 metros cúbicos de roble de demolición en bruto y con este material se resolvieron los revestimientos exteriores e interiores, los envigados y entrepisos, pavimentos, puertas, cubiertas de muebles y escaleras. Los detalles se desarrollaron a partir del material que estaba a la mano, casi como algo artesanal.

Actualmente Ricardo está terminando la construcción de una casa en La Reina y se encuentra desarrollando otros proyectos en Santiago, San Felipe y Valparaíso. A fines del 2012, la revista japonesa GA (Global Architecture) publicó la casa CMG y fue invitado a publicar proyectos recientes y a exponer la casa CPB en la Galería GA en Tokio.

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